NOSTALGIA DEL PARAÍSO
Esta hermosa canción dedicada a Murcia fue compuesta por un aragonés: Francisco de Val. En ella, se describe todo el encanto de la huerta murciana. Lástima que la descripción no corresponda, hoy en día, exactamente a la realidad: los invernaderos amenazan, cada vez más, con invadir el paisaje con sus horribles plásticos, se abandonan los cultivos y se va convirtiendo el suelo dedicado a tal menester en solar para la edificación de chalets y adosados.
Aquí tenéis dos versiones: el primero, del Trío Las Vegas; el segundo, del Trío Sombras.
Bolero A Murcia
Se está vistiendo la huerta,
de oro, rubí y esmeralda,
como si fuera una novia,
la hermosa huerta murciana.
Hay sauces arrodillados,
entre naranjos en flor,
y en los almendros parece,
que al amanecer nevó.
Murcia, cachito de cielo
que Dios una tarde se dejó caer.
Y de ese cachito salió el más bonito,
el más primoroso y florido vergel.
Limoneros verdes que se vuelven de oro,
senderos de rosas se ven por doquier.
Naranjos que sueñan con marchas nupciales,
la huerta murciana parece un edén.
Camino del santuario,
santuario de la Fuensanta,
se oye un concierto de trinos,
anunciando la mañana.
El lucerito del alba,
hoy está trasnochador,
quiere ver la Romería,
antes que la vea el sol.
(Estribillo)
la hermosa huerta murciana.
Hay sauces arrodillados,
entre naranjos en flor,
y en los almendros parece,
que al amanecer nevó.
Murcia, cachito de cielo
que Dios una tarde se dejó caer.
Y de ese cachito salió el más bonito,
el más primoroso y florido vergel.
Limoneros verdes que se vuelven de oro,
senderos de rosas se ven por doquier.
Naranjos que sueñan con marchas nupciales,
la huerta murciana parece un edén.
Camino del santuario,
santuario de la Fuensanta,
se oye un concierto de trinos,
anunciando la mañana.
El lucerito del alba,
hoy está trasnochador,
quiere ver la Romería,
antes que la vea el sol.
(Estribillo)